DAÑOS COLATERALES
Prólogo
¿Eres libre? ¿Hasta que punto puedes decir que sí? Quieres pensar que efectivamente tienes libre albedrío. Pero, y si no es así. Las personas estamos altamente condicionadas. Por nuestro entorno, compañía, creencia, e incluso por nuestra propia inteligencia.
El ‘‘ser libre’’ es una cuestión complicada. Eres libre cuando eliges por tí mismo lo que vas a hacer, o cuando una vez lo eliges consigues tener conocimiento de porqué lo hiciste. Porque decidir lo que harás es fácil... hasta cierto punto; pero saber que lo decidiste tú solo, sin ninguna condición, eso ya es mucho más complejo.
La próxima vez que hagas algo como ver la tele, ir a la playa, hacer deporte, pensar en alguien en concreto, piensa si de verdad lo estás haciendo porque quieres y no por otro motivo subyacente. Reflexiona, y te darás cuenta de que hay algo escondido detrás de todo eso.
22 de Octubre
Bueno... vamos a empezar. Me llamo Jerry Davidson, soy músico, tengo 33 años y estoy yendo a terapia. ¿Estaré loco? No lo sé, solo sé que tengo que escribir este puñetero cuaderno como si fuera una criaja de 14 años porque el terapeuta dice que me viene bien.
Es cierto que estoy un poco más nervioso de lo normal, pero tampoco es para llevarme a un loquero.
En fin. En este cuaderno debo escribir mis pensamientos, ilusiones, miedos... vamos que esto es un diario. Joder, tengo un diario. Espero que dentro de poco no empiece a menstruar.
29 de Octubre
El loquero se esfuerza. Más le vale, porque mi mánager, el señor Smith, le está pagando un pastón por esta terapia de mierda.
Lo peor de toda esta terapia es que nunca he estado en una, y eso de hablar constantemente de mí... no me convence. Y si es con un extraño más.
Aunque reconozco que tiene mucho que analizar, porque mi vida no es tan maravillosa como mis fans creen. Ya que ellos solo conocen al famoso Jerry Davidson, el cantante con más de 20 millones de copias vendidas en todo el mundo.
5 de Noviembre
En las dos últimas sesiones me he desviado de lo que tenía que escribir sobre mis miedos e ilusiones. Eso es lo que me ha dicho el loquero. Ha visto lo que he escrito y dice que ni siquiera intento comprenderme a mí mismo. Solo llevo tres sesiones y ya estoy harto de este loquero de tres al cuarto.
Bueno... empezaré desde el principio. Mi verdadero nombre es Jerry David Stewart, pero artísticamente me llamo Jerry Davidson. Soy el hijo único de un matrimonio sin amor, por lo que se puede deducir que nací en Los Ángeles, California.
Mi padre era un hombre rico y frío, un tiburón en los negocios como se dice ahora. Y digo “era” porque murió hace dos años.
Sin embargo mi madre es más “normal” dentro de lo que hay en Los Ángeles. Una actriz con registros muy limitados que se casó con un señor rico veinte años mayor que ella.
Con esta descripción no quiero decir que mis padres fueran malos conmigo, ni que mi infancia fuera una basura. Pero esta es la mejor representación posible de ellos.
Entre hombres de negocios con traje y corbata, y mujeres de entre treinta y cuarenta años con más maquillaje que vergüenza, me crié en una casa enorme cerca de la playa sin amigos con los que jugar.
Un buen día, llegó un productor musical a casa. Venía a hacer negocios con mi padre, y trajo una guitarra consigo para mí. Porque se suponía que era el hijo de un “gran amigo suyo”. Ese hombre se llamaba Ryan Smith.
12 de Noviembre
Esto ya es la cuarta sesión de mi terapia, y el psicólogo quiere saber como me afectó el divorcio de mis padres. Al principio me sentí triste, pero al cabo de unas semanas me encontraba eufórico. Mis padres no discutían, se peleaban por mi cariño, cosa que enfadaba hasta que advertí las ventajas de dichas peleas. Tenía toda la atención que no había tenido en mi vida.
Ya no había hombres de negocios trajeados, ni mujeres con toneladas de maquillaje. Ahora el objetivo de mis padres era complacerme solo para fastidiar al otro.
Iba avanzando mi adolescencia, y cada vez me gustaba más aquella guitarra que me regaló el señor Smith.
Empecé a ir a clase de guitarra, y fue entonces cuando me enamoré por primera vez... de la música.
Estaba muy feliz en aquella época. Era Navidad, y y aunque no nieva en Los Ángeles, me encanta la festividad. Fui muy feliz en las Navidades de mi juventud. Mis padres se transformaban en personas afables, como si dejaran a un lado sus peleas solo por ser Navidad.
Supongo que hecho de menos ser aquel niño inocente que creía en Santa Claus, y lo pasaba en grande con los juguetes que le regalaban.
Y ahora que puede comprarme más de mil regalos por cada Navidad, no lo paso ni la mitad de bien que cuando era niño. Será porque ya me he hecho mayor y la Navidad es para niños. Porque ya he perdido aquella inocencia tan bonita, o... tal vez porque no tengo a nadie con quien compartirla.
19 de Noviembre
Se acercan las Navidades, y mi psicólogo me ha hecho una pregunta que me ha tocado bastante los cojones, <<¿con quién vas a pasar la Navidad?>>. Y aunque he hecho la broma de que solo tengo dos amigos con los que celebrarla, es verdad.
Solo tengo dos amigos de verdad ahora mismo, mi guitarra y Larry.
He pasado los últimos cinco años así, dándole un trozo de pavo a Larry y tocando una de mis composiciones (de esas que el señor Smith no quiere sacar al mercado por no ser demasiado comercial).
Qué decir de mi amigo Larry. Hace solo ocho años que lo vi pasear por la calle solo, cuando le invité a comer en mi casa sin conocerlo de nada, pero a él tampoco le importó que no me conociera.
Por aquella época no era famoso como cantante y tener a Larry como amigo me ha ayudado en los peores momentos.
Recuerdo el escándalo de aquella actriz porno. Los paparazzis de mierda me fotografiaban con ella. Y publicaron que era un obseso sexual y un putero, cuando en realidad no hice nada con ella. Solo nos conocimos en una fiesta, y ni siquiera sabía que era actriz porno. Pero lo que más me jode es que da igual. Que más da que me haya acostado con una actriz porno, eso no es delito, ni lo es mucho menos ser actriz porno. Las personas se ganan la vida como quieren.
Después de ver la revista con mi foto publicada sacada por un paparazzi cabrón, me dieron ganas de darle un puñetazo a la pared. Pero cuando llegué a casa, vi a Larry sonriéndome, alegre, impaciente por estar un rato conmigo. Sin juzgarme.
Lástima que le quede poco tiempo.
26 de Noviembre
<<No te preocupes>>, me dijo mi psicólogo cuando me vio triste al no tener familia ni amigos con los que celebrar la Navidad. Porque como ya he dicho, solo tengo a Larry y a mi guitarra. Y mi familia... prefiero no hablar de ella, dije al psicólogo. <<¿Entonces de que quieres hablar?>>. Y no sabía exactamente de que quería hablar hasta que me vino a la mente, no sé muy bien porqué, la cara de Jennifer Giménez.
Jennifer fue mi primer y único amor además de la música. Era preciosa; morena, ojos color café, tez marrón, una auténtica belleza latina. Los chicos del instituto se mofaban de ella por su forma de hablar, mas a mí me parecía adorable.
Le encantaba bailar y cantar, muchas veces disfrutábamos cantando y bailando en el aula de música. Mientras yo tocaba la guitarra, ella bailaba y cantaba al son de la música. Y aunque no formamos nunca un grupo, jamás faltábamos a nuestra cita en el aula de música.
Yo estaba tremendamente enamorado de ella, y me guardaba esos sentimientos para mí. Hasta que un día le expresé lo que sentía por ella, y... me correspondía. Fueron los mejores diez meses de mi vida.
Aunque ella solo tenía dieciséis años era muy inteligente y madura. Siempre me hacía reflexionar, aunque habláramos del tema más banal posible. Pero como siempre, todo se fue a la mierda.
Jennifer me confesó que tenía sentimientos muy fuertes hacía mí. Pero terminamos mal.
Me recriminó que no era nada generoso en la relación. Que solo pensaba en mí y que ella debía dejarme para poder sentirse mejor. Porque aunque no le gustaba que fuera tan egoísta, me quería mucho. Así que fue difícil para ella.
Hoy por hoy no la culpo. Hoy por hoy pienso en qué hubiera pasado si yo no fuera así, si no la hubiera obligado a dejarme. Es posible que estuviera esperándome en casa para cenar junto a Larry en la noche de Navidad. Yo tocando mi guitarra, ella bailando y cantando, y Larry escuchando alegremente la canción como solo él sabe hacerlo.
3 de Diciembre
No sabía que los psicólogos pudieran ser doctores, pero por lo visto, no son doctores los médicos, doctor es el que hace un doctorado. Me lo ha estado explicando el doctor Steven Wright.
Al principio dudaba de él pero cada vez que vuelvo a terapia me siento seguro de mí mismo. Arropado por alguien que me escucha, aunque sea pagando.
El doctor Wright quiere que retome el divorcio de mis padres, <<ese puede ser el desencadenante de tus dificultades para relacionarte mejor con la gente>>. ¿Es posible que mis padres, al divorciarse y pelearse por mí, me dieran alas para creerme único?
Según el doctor, creer que eres único no es malo ya que es verdad. Lo que es verdaderamente nocivo es no querer compartir tu forma única de ver la vida. <<Es más generoso el que comparte que el que da>>, dice el doctor Wright.
Eso me da ánimo para continuar con este cuaderno, pues no doy nada pero comparte mis pensamientos.
10 de Diciembre
La sesión anterior hablábamos de ser generoso, de compartir con los demás para ser generoso de verdad. Y el doctor Wright me dio que pensar, ya que lo principal que comparto yo son mis canciones. Pero las canciones que realmente escribo nunca ven la luz, el señor Smith dice que ya habrá tiempo de explotarlas más adelante cuando termina la terapia, pero lo cierto es que tengo cerca de cincuenta canciones que he compuesto y no he sacado en mis discos.
Lo que comparto con mis fans es falso, no es mío. Es tan falso como el interés que tenían en mí mis padres, o el amor que sentía Jennifer por mí.
Y el doctor Wright también es falso. Aunque me reconforta que me escuchen, he de admitir que él solo lo hace por dinero. Pero no es que le pueda culpar, es lo suyo como psicólogo. No obstante, me gustaría haberle conocido en otras circunstancias.
Aun así, todo es falso. Mis padres son falsos, mis canciones son falsas, mi primer y único amor es falso, mi psicólogo es falso y... la Navidad es falsa.
17 de Diciembre
No he ido a ver al doctor Wright. No he querido levantarme de la cama hoy. Siento algo raro en el estómago y no sé qué puede ser... ¿se puede estar contento y triste al mismo tiempo? A mí me parece muy raro tener esas dos emociones tan distintas al mismo tiempo, es más, es como si se mezclaran dentro de mí y eso me da nauseas.
Estoy triste por todo. No sé como explicarlo pero... es así. Y de forma simultánea estoy contento. ¿Será mi inconsciente recordándome aquellas emociones que sentía de niño con la Navidad?
Je, ya estoy igual que el doctor Wright, analizándome psicológicamente.
Tengo mucha angustia y no sé como remediar eso. Ya no soy capaz de hacer nada sin psicoanalizarme antes. Es como si el doctor Wright se hubiera metido dentro de mi cabeza, como si él hablara por mí.
Debería estar alegre por poder ir a esa gala benéfica de la discográfica el próximo veinticuatro de diciembre. Pero no es así, aun con todas esas estrellas y todo aquel lujo, todas esas modelos despanpanantes y esa gente tan simpática.
No sé que hacer, y es la primera vez que me llena de angustia sentirme así.
Bueno... voy a llevar a Larry a aquella estúpida residencia de lujo. Al pobre le queda poco, y quiero que el poco tiempo que le quede lo pase lo mejor posible. Aunque cobren mil dólares la noche.
24 de Diciembre
Hace dos semanas que no veo a Steven, y quisiera hablar con él antes de irme a la gala benéfica. Le he llamado al teléfono y no contesta, seguro que está con su familia, algunos tienen esa suerte... la de tener una familia, una familia de verdad que te quiere y que te apoya. Seguramente también esté con sus amigos. Lo más probable es que tenga muy buenos amigos, seguro que sí, Steven es de ese tipo de personas que sabe escuchar y que con su sola presencia te hace sentir cómodo.
Como me gustaría ir con él y no con los de la discográfica a su ridícula gala benéfica, la cual solo sirve para aparentar porque no van a dar ni el uno por ciento de la recaudación a nadie que la necesite. Solo son unos falsos, como todos... como todo.
Ojalá estuviera Steven aquí, me siento tan solo. Definitivamente no voy a ir a esa estúpida gala. Me voy a ir, para siempre. No quiero volver a ver a nadie, no quiero ver a mi madre que no me ha dado cariño en su vida. Ni al señor Smith que no me deja publicar mis canciones. Ni a mis fans, que ni siquiera puedo considerar mis fans porque la música que les gusta no es mía. Ni siquiera a Larry. No quiero ver como se hace cada vez más viejo y muere un día delante de mí. Ya tiene 14 años y eso es mucho tiempo para un perro.
Quiero que sus últimos años sean los mejores de su vida, aunque sean sin mí. Quiero que mi único amigo tenga un final más feliz que el mío.
22 de Octubre
Acabo de ver al paciente que el señor Smith me ha encargado. La típica estrella de Rock, con sus ligues, sus fiestas, y pocas preocupaciones que pueda tener. Aunque como cualquier estrella, vivir en un mundo tan superficial puede suponer un gran estrés. Pero supongo que ese es el precio de la fama.
Bueno... por ahora solo le he pedido al paciente que escriba un cuaderno cada semana después su terapia conmigo. Y al mismo tiempo escribiré también unas anotaciones para contrastar sus avances. Deberé leer su cuaderno cada semana para hacer un seguimiento más exhaustivo.
29 de Octubre
Ha sido interesante esta sesión con el paciente. He tenido que sacarle las palabras, como sino estuviera acostumbrado a hablar de sí mismo. Y no es que le haya hecho preguntas incómodas o complejas. Sé que debo empezar por cuestiones más banales hasta ir profundizando. No obstante, siendo temas tan superficiales como, cuál es su comida favorita, o si le gusta leer, el contestaba con remilgos. Incluso con desconfianza.
Seguramente la gente con la que trata el paciente no le han preguntado más allá del “¿estás componiendo algo nuevo?”.
5 de Noviembre
El paciente sigue sin hablar demasiado en la terapia, así que le pedí el cuaderno para verlo, y lo que me temía. Había escrito más sobre su incomodidad en la terapia conmigo que de él mismo. No estaba avanzando nada, y el señor Smith encima de mí para que hiciera el trabajo que me encomendó.
Asimismo, le explique que no podía seguir así si quería perderme de vista de una vez. Y me hizo caso. Puede sus fervientes ganas de abandonar mi terapia le haga avanzar.
12 de Noviembre
Le he cuestionado a mi paciente como le afectó el divorcio de sus padres, y como de costumbre, le he tenido que exprimir cada palabra. Pero después de varios intentos habló.
Expresó su enfado con sus padres. Aunque después comentó que vio ventajas en ese divorcio, pues su padres le mimaban y le hacían mucho más caso que antes. Seguramente por eso prefiere hablar de banalidades con personas superficiales, y no de temas serios e importantes. O ni siquiera de sí mismo, ya que la atención de sus padres era falsa, solo para pasar por encima del progenitor.
No obstante, noté un tono bastante triste al comentar esto último. Como si hubiera rabia contenida en él por esa atención tan repentina.
19 de Noviembre
Solo le pregunté con quién iba a pasar la Navidad. Y aun con la broma que hizo de su guitarra y su amigo Larry, percibí una contestación un tanto agresiva para ser una broma.
Me habló de Larry. Le queda poco y mi paciente se aferra mucho a él. Espero que sepa encajar su muerte, porque la forma que hablaba de él... creo que no ha tenido muchos amigos.
26 de Noviembre
Acordándome de la sesión anterior, intenté animarle diciéndole que no era culpa suya estar solo. Pero no quería hablar de amigos o familia. Hasta que le cambió la cara, y vi por primera vez sonreír a mi paciente.
Me describió con todo lujo de detalles a su único amor, una tal Jennifer. Los dos disfrutaban de la música, y comenzó a cantar, sin darse cuenta, las canciones que cantaban ellos dos.
Pero salió mal. Y como yo esperaba, fue por culpa del egocentrismo de mi paciente. Entonces lo vi con la mirada perdida, como si estuviera imaginando algo, algo que no llegó a contarme.
3 de Diciembre
Hoy he visto algo distinto a mi paciente el señor Stewart. Preguntó por mi trabajo con una sana curiosidad.
Quise retomar el divorció de sus padres alegando que puede ser el desencadenante de sus malas habilidades sociales. Pero sorprendentemente me explicó lo que quería oír.
Ser el centro de atención en su casa le agradó tanto que le afectó emocionalmente. Creía que era único. Y me dijo que no era así, que no es el único en este mundo.
Sin embargo, yo le rectifiqué. El señor Stewart sí es único, cada persona es única. Pero él no quería compartir su individualidad con nadie, y le animé a hacerlo. Con su música, con sus relaciones, con su cuaderno.
10 de Diciembre
Pregunté al señor Stewart sobre su música, que es la mejor forma que él tiene de compartir con los demás. Y me confesó que no era así. Que esa no era su mejor forma de compartir lo que era, puesto que el señor Smith no le dejaba sacar sus propias composiciones a la luz.
En ese momento me cuestioné si le gustaba lo que hacía, así que se lo pregunté directamente. Me contestó que no. Fue tan rápida y fría la contestación dejó mudo durante unos minutos. Hasta que el empezó a gritar. Diciendo que todo era falso, su música, su familia, Jennifer, yo. Dejó de gritar y se fue corriendo.
17 de Diciembre
Me da miedo a dónde está llegando esto. Hoy no ha venido a terapia el señor Stewart, por eso llamé al señor Smith.
Le pregunté si sabía dónde estaba, y me contestó que no. Me dijo que no me preocupase, que las estrellas de la música son así. Pero... no estoy tranquilo.
24 de Diciembre
Se que estoy de vacaciones de Navidad pero no he dejado de pensar en Jerry. ¿Por qué no vendría a la terapia de la semana pasada? Sé que tengo que relajarme y no pensar en el trabajo, pero simplemente no puedo.
Hay visita en mi casa y no tengo ganas de atenderla, mi mujer ha preparado su famoso pavo al horno y no siento la tentación de darle un bocado. Creo que me voy a dormir, me hace falta. Espero no soñar con Jerry.
25 de Diciembre
(En las noticias)
<<Muere uno de los iconos de la música Rock. Jerry David Stewart, mejor conocido como Jerry Davidson, murió ayer en su casa por una supuesta sobredosis de fármacos. Se le encontró en la bañera de su baño con botes de barbitúricos esparcidos por el suelo. Al lado del cadáver permanecían su guitarra y una foto de su perro.>>
Bien. Ya estoy viendo los altares improvisados con velas y flores en todo el mundo. Ya estoy viendo a los fans llorar por su ídolo muerto. Ya estoy viendo los millones y millones de dólares que voy a ganar con el cadáver de Jerry.
-Señor Smith. Ya ha llegado el joven músico que estaba esperando.
-Sí, gracias Stephanie. Dile que pase.
Excelentísimo, Carlos. Tienes un don innato para la escritura.
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