¿POR QUÉ NO ACTUAMOS?
Conocemos las formas de acabar con los problemas, pero llevarlos a cabo es algo mucho más difícil. Es complicado actuar sobre la crisis ambiental desde el punto de vista moral, social, económico y ecológico.
Y lo más difícil de todo esto es el tipo de alerta. Si alertamos de una forma dramática tal vez asuste demasiado a la gente, que se abstendría de actuar. Pero, si suavizamos la alerta, podría llevarlos a considerar que el problema no es muy serio, y tampoco actuarían.
ÉTICA Y MEDIO AMBIENTE
Hay poderosos intereses y bien conocidos detrás de los que pretenden que las cosas sigan como están.
EE.UU. es el principal cabecilla de este boicot hacia los que quieren cambiar las fuentes de energía y el modo de desarrollo económico.
Se suele decir que debemos actuar para que las generaciones futuras puedan sobrevivir, pero es discurso se ha quedado obsoleto, porque ahora debemos actuar para que nuestra generación sobreviva.
Y como no, estos problemas siempre afectan más a los pobres. Pues no es lo mismo sufrir un huracán en Miami, donde habrá 2 ó 3 muertos, que en Haití, donde habrá miles. Y no hablemos ya de los respuestas ante las enfermedades.
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