martes, 25 de diciembre de 2012

La leyenda del Capitán Velechor


Hace mucho mucho tiempo, cuando todavía existía el Puerto del Río, los atuneros pescaban grandes cantidades de samas y lebranchos para abastecer al pequeño pueblo de LlanoParra. En este puerto había un capitán arisco y taciturno con densa barba, que navegaba solo y pescaba solo, cuyo nombre era Juan Francisco Bienhechor. No había ni un marinero de LlanoParra que fuera su amigo, o que por lo menos lo viera en otra parte que no fuera el puerto. Sus compañeros de profesión se mofaban de él por estar tan aislado, y le apodaron "el capitán Velechor" por su mala dicción al pronunciar.

Cuenta la leyenda, que después de la gran tempestad acaecida en LlanoParra, el Puerto del Río quedó sepultado bajo metros y metros de agua. Todos los marineros salieron del puerto para poder sobrevivir a la tormenta, todos menos el capitán Velechor. Lo llamaban para que abandonará su atunero, incluso lo avisaron mucho antes de que la tormenta alcanzara el puerto, pero él no hizo caso y se quedó limpiando la cubierta de su pequeña embarcación con un cubo y una fregona.

Después de que la tormenta no dejara nada del Puerto del Río, los marineros buscaron al capitán Velechor pero lo único que encontraron fue el cubo y la fregona con que limpió su barco.
Ahora el espíritu del capitán Velechor vaga por toda LlanoParra, buscando venganza en los familiares y descendientes de los marineros que en su día se mofaron de él.

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