Un estadounidense emite 23 toneladas de CO2 al año, un europeo 11 y un habitante de un país pobre 2 toneladas. También hay que tener en cuenta la elevada población de los países pobres.
Los habitantes tenemos esa inconsciencia de nuestra contaminación, al decir, que cada europeo emitimos 11 toneladas de CO2. Pero lo cierto es que, cada vez que enciendes las luces de nuestra casa, encendemos el aire acondicionado, vamos en coche al trabajo, colaboramos en el calentamiento.
Uno de los problemas que están surgiendo ahora es la compra de derecho a emisión de CO2, lo que puede dar una mayor situación de desigual entre pobres y ricos.
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